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Nuestra Señora de la Sangre


Según se entra en la ermita de la Vera+Cruz, a la izquierda, con rostro serio y sereno, nos encontramos con la Santísima Virgen de la Sangre (posiblemente la imagen mariana más antigua de Benacazón junto con la Virgen de la Granada) que fue la antigua Titular de la Hermandad de la Vera+Cruz, llamada hace siglos "Cofradía de la Sangre"

Esta imagen, que para muchos pasa inadvertida, ha tenido una importancia crucial en la configuración iconográfica de la Hermandad decana de Benacazón

Para empezar a hablar de Ella, debemos decir que lo primero que nos sorprende es su nombre: "Sangre". Como todos intuíamos, y ya ratificó en su día la prestigiosa historiadora Dra. Dña. Silvia María Pérez González, profesora de Historia Medieval en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la sangre de María nunca fue objeto de culto ni devoción, sino la de su Hijo, Nuestro Señor. En ese sentido, es lógico pensar que el nombre original de esta imagen no es el mismo que hoy día tiene y que todo el mundo acepta como el propio de Ella. Probablemente, el nombre original de la Virgen de la Sangre fuese otro, pero en cualquier caso era la Titular de la entonces Hermandad de la Sangre. Lo que debió ocurrir fue un desplazamiento nominal progresivo, mediante el cual comenzó a llamarse a la Virgen Titular "Virgen de la Hermandad de la Sangre" para acabar diciendo más brevemente "Virgen de la Sangre". El mismo fenómeno se produjo en Huévar del Aljarafe y Gerena, sólo que en estas localidades sevillanas las imágenes que ostentan este nombre poseen mayor protagonismo que en nuestra Hermandad. Así pues, lo que comenzó como una forma más breve para desiganar a una imagen acabó, de hecho, convirtiéndose en su nombre

Esto que decimos no hubiera sido posible si la imagen no se hubiera visto implicada en un declive devocional como en el que se vio; sobre todo, a raíz de la llegada de la que, desde el siglo XVIII, se convertiría en la nueva Titular de la Hermandad hasta nuestros días: Nuestra Señora de los Dolores que, con su indudable belleza, mereció tal puesto y desplazó a un segundo plano a la que había sido la Madre del Señor de la Vera+Cruz durante trescientos años, en los que, junto a Él, presidió el Hospital de la Hermandad

Lo segundo que nos sorprende, tras su nombre, es su antigüedad. Efectivamente, tanto el rostro como las manos denotan que estamos ante una imagen que ha sido muy reformada y restaurada (destacable fue la labor de Pedro de la Rosa en el siglo XX), pero que aún mantiene su semblante impasible y serio, conservando la solera propia de una época que difiere enormemente con los valores estéticos en alza actualmente. La forma de sus manos, llamada "de tenedor", también asevera la antigüedad de la talla y, por ello, contrasta con lo que actualmente suele gustar al gran público cofrade

El paso del tiempo, la pérdida de la memoria colectiva de la propia Hermandad y su cambio de nombre, permitieron darle esa "ambigüedad" y falta de culto que hoy posee la imagen

En cuanto a su ajuar, a muchos les sorprenderá conocer lo que legítimamente pertenece a esta Virgen y lo que le perteneció y se perdió. De lo que se conserva podemos destacar: su corona de plata de Ley sobredorada, la azucena que lleva en la mano, un valiosísimo y original tocado, una saya blanca bordada en oro por Pedro de la Rosa con tela oriental (de este genial artista es también el escudo de las Cinco Llagas que la Virgen de la Sangre luce en el pecho), un manto celeste, otro rosa y otro azul. Asimismo, con el traje de novia donado por la hermana doña Rosa Fernández Morales se hizo una saya bordada. Del patrimonio perdido reseñaremos que la Virgen de la Sangre tuvo un manto carlista con un diseño de bandera que se le colocaba por dentro

No podemos hablar de la antigua Titular de la Hermandad más antigua de nuestro pueblo, pasando por alto las diversas leyendas negras que versan sobre Ella. Malintencionadas o no, las leyendas que cuentan que cada vez que salía a la calle la Virgen de la Sangre moría un vecino del pueblo, no han dejado de existir a pesar de lo absurdo que resulta creer que una imagen de la Santísima Virgen María pudiera causar ningún mal a nadie. Al contrario, los iconos religiosos deben estimular al fiel a creer más y a acercarse a "lo divino" en la Tierra. Otras historias parecidas cuentan que se le salían los ojos o que aquél al que miraba al salir "no duraba un año vivo". Todos sabemos que, a menudo, la mitología en los pueblos se convierte en "Historia"; sobre todo si al gran público le gusta oírlas e inmiscuirse en el misterio para hacer sus vidas más interesantes. Pero no debemos olvidar que la intención principal de todas estas historias era desprestigiar a la imagen y retirarle la devoción y el respeto que durante tantos siglos se le profesó

Pero no todo lo relativo a esta singular y valiosa imagen es siempre oscuro, ambiguo e incierto, sino que también en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI se ha dado una revalorización y recuperación, aunque tímida, de su culto y devoción (que empieza precisamente por la pura y simple curiosidad)

Tras su más profunda restauración (la mencionada anteriormente de Pedro de la Rosa), los hermanos de la Vera+Cruz recogieron plata y le impusieron una bella y dignísima corona. Años después presidió en un altar la Comunión de Enfermos realizada por nuestro hermano y entonces Director Espiritual, don Cristóbal Jiménez Sánchez

Por último, la Virgen de la Sangre volvió a salir a la calle junto con las veneradas imágenes Titulares de la Hermandad en el traslado a la parroquia en el año 2.003, debido a las obras que se hubieron de acometer en nuestra ermita para la colocación del nuevo retablo, y no fueron pocos los que sintieron algo especial en sus corazones veracruceros al verla en la calle de nuevo

En definitiva, esperemos que esta sección sirva, al menos, para aportar Historia ante la leyenda y contribuir así a que los veracruceros y demás vecinos de Benacazón conozcan cómo una Hermandad ha sabido subir a los altares a la Reina de los Dolores sin que la anterior Titular perdiera ni un ápice de dignidad y respeto

Las comparaciones, sencillamente, no son oportunas. No podemos establecer un baremo de belleza entre dos obras de arte de diferentes épocas, en las que ésta se medía de forma distinta. Actualmente, nuestra mayor devoción mariana, la Santísima Virgen de los Dolores, centra todas las miradas, y todos los veracruceros sabemos que, al subir al Cielo, María tendrá ese mismo rostro pero sonriente

No olvidemos pues, que durante varios siglos, los veracruceros han estado pensando y sintiendo que al subir al Cielo verían a la Virgen que hoy día llamamos "de la Sangre".