La escultura mide unos 90 centímetros, realizada en madera de cedro policromada, con encarnadura brillante atribuído al círculo de Juan de Mesa en el segundo cuarto del siglo XVII.
El prototipo de San Juanito deriva de la figura infantil de los niños Jesús montañesinos. Posee la ternura del rostro infantil con cabellera de movida moña o tupé montañesino, y reclama la atención del que lo contempla. La tersura de su piel contrasta con la roca de su peana.
En su mano izquierda sostiene una cruz y la mano derecha la coloca en posición baja, dotándolo de un cierto movimiento más gracioso. La talla está realizada completamente, tiene una leve sonrisa, ojos de cristal y durante todo el año se suele vestir